Ndione en castellano

RAMATA


Abasse Ndione (Senegal, 1946) es lo que podríamos llamar “un escritor valiente”. En 1984 publicó La vida en espiral, donde no se cortaba ni una coma en retratar la adicción al cannabis de la clase política senegalesa. A pesar de las numerosas críticas, con este libro Ndione se convirtió en uno de los autores más leídos en su país.
Ahora aterriza en España –tras su exitoso paso por el mercado francés a través de la prestigiosa editorial Gallimard– con Ramata (Roca editorial), historia en clave de novela negra en la que describe la búsqueda del placer por parte de una mujer genitalmente mutilada y que, paradojalmente, sólo lo ha encontrado en el hombre que la violó. Los materiales de construcción de Ramata se nos presentan como pan de cada día en el África del siglo XXI: la ablación y la corrupción como temas centrales. “Una traducción del Senegal de hoy”, afirma su autor. Y añade: “Quizás por eso la obra haya tenido más éxito en Europa que en mi país, donde los críticos dicen que hay cosas que no deben revelarse. Pero yo no tengo barreras”.
Quienes no le han entendido se han lanzado como canes con rabia a su yugular, pero él se los ha quitado de encima de un manotazo. “Es verdad que los intelectuales me han criticado, porque dicen que la ablación es un asunto de mujeres del cual no debe hablar un hombre. Pero yo he sido enfermero y conozco el problema. Es de todos nosotros y debemos hablar de ello”, afirma contundente el escritor.
Aún así, Ndione no tiene una opinión demasiado concreta con respecto a la mutilación genital femenina que se practica en varios países de África. Y sin mojarse afirma: “Me he limitado a poner un problema sobre la mesa. No soy partidario de decir si es bueno o malo porque no soy político”, sostiene. Sin embargo, sí reconoce que cada vez hay más mujeres en contra de esta práctica en su país, principalmente “las más instruidas”.


Todo a mano

Padre de siete hijos, Ndione sigue viviendo en Bergny, la localidad en la que nació, a 30 kilómetros de la capital Dakar. Allí escribe siempre sentado en la cama con su bolígrafo Bic; después es su yerno quien le pasa los textos al computador. Su casa es también el lugar desde el cual observa su país. La ventana que le sirve para retratar los sobornos que abundan en Senegal –“también entre la clase política”–, y la violencia. De hecho, Ramata es todo un festival sangriento. “La violencia está muy presente en esta novela porque la sociedad senegalesa es violenta. Es imposible leer un periódico sin que aparezca algún crimen”, se excusa Ndione. Una violencia que, además, sufren con mayor ahínco las mujeres. “Es que ellas son las que mejor representan hoy por hoy a la sociedad senegalesa. Tras los ajustes del FMI (Fondo Monetario Internacional), son ellas las que están sacando adelante a las familias. Las que trabajan dentro y fuera”, aclara el escritor. Y eso no siempre se acepta en una sociedad, que como Ndione manifiesta, “sigue siendo muy machista”.
Tampoco se aceptan otras cosas. Ndione es un ejemplo de que “es posible hablar de todo”, puntualiza. Sin embargo, sigue habiendo figuras intocables, como la de Abdoulaye Wade, el jefe de Estado: “Es cierto que un periodista fue a la cárcel por escribir sobre él, y no es que el libro esté prohibido, pero es verdad que es imposible encontrarlo en Senegal”, asiente.
La ficción salva a este escritor. Según la crítica, sus novelas policiacas son más completas que cualquier periódico. Ndione da cuenta de un Senegal real que va más allá de la postal turística. Y él está ahí, valiente, para contarlo.

Surgido del par terre y bendecido por el Marabú

Las librerías ‘par terre’ abundan en Senegal. Se trata de una lona tirada en el suelo llena de libros. Ahí fue donde el escritor francés Lucio Mad vio por primera vez ‘La vie en Spirale’. La compró y se la llevó a Francia, donde fue editada por Gallimard en 1998. De esta forma, Ndione, que trabajaba de enfermero en un hospital, cumplió así el sueño de todo escritor senegalés. “Si quieres ser conocido, tienes que publicar en Francia. En Senegal existen 4 ó 5 editoriales, pero funcionan fatal”, corrobora.
A los cuatro años, este autor fue bendecido por su ‘marabú’ (especie de padre espiritual), quien le dijo que sería un escritor de fama internacional. Sus libros llegarían “a los países de los hombres blancos, pero sólo después que su barba estuviera blanca”. La profecía se ha cumplido, ya que Ndione se lee hoy en las universidades senegalesas y ha dado pie a nuevos escritores de novela negra en su país.


Felipe Reyes F.

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